.

.

02 noviembre, 2016

Y preguntas qué pasa

Cuando me miras se para el mundo y solo preguntas qué pasa.
Acaricias mis mejillas y sonríes, y sonrío entonces yo y vuelves a preguntar qué pasa.
Recorres cada parte de mí con tus ojos y clavas la mirada en mis labios; me pides entonces un beso a gritos sin abrir la boca. Sonríes de nuevo, sonrío contigo y por ti. Y te beso y no dejaría nunca de hacerlo.
Te abrazo y me cubres en tus brazos; el lugar más seguro del mundo. Levantas una estampida de elefantes dentro de mí con un simple suspiro, aceleras el ritmo de mi corazón con un roce inconsciente y me haces perder la consciencia.
Me tiemblan las piernas y las manos. Me tiemblan hasta las ganas de decirte todo lo que soy contigo. Cuando intento mantener la cordura me atraganto con mis palabras; qué le voy a hacer si me vuelves loca...
Cada día es un misterio, por más que piense que no puede haber nada mejor consigues que me equivoque, y ojalá viviera equivocada el resto de mi vida.
Eres magia y haces mágico todo lo que tocas. Y magia es ilusión, magia es creer, magia eres tú. Eres magia, eres ilusión y eres mis ganas de creer. De creer en todo en lo que nunca me dieron, de todo en lo que nunca me hicieron creer, de todo en lo que nunca creí... Eres magia porque brillas y me haces brillar. Eres magia porque tu ilusión contagia e ilusiona. Eres magia porque no tiene otro nombre lo que eres, lo que haces. Eres magia porque es inexplicable. Eres magia de verdad porque no hay truco y si lo hay solo lo sabes tú.

Cuando me miras se para el mundo y solo preguntas qué pasa.

Magia.

07 junio, 2016

Mucho más

Hacía tiempo que no escribía. Más bien hacía tiempo que lo que escribía no merecía la pena. Hacía tiempo que no me sentía vacía. Hacía tiempo que no sentía ese revuelo de mariposas. Hacía tiempo que no me tumbaba a pensar. Hacía tiempo que no me paraba a analizar mi vida. Hacía tiempo también que no lo veía necesario. Hacía tiempo que no sentía esa contradicción de querer soledad y temer porque no se vaya. Hacía tiempo que no me dedicaba unos minutos para asimilar diferentes situaciones. Hacía tiempo que no me sentía triste o quizá hacía tiempo que creía no estarlo.
Me acusan de interesada. A mí, que tengo para todos cuando no tengo ni para mí. A mí, que invito a sonreír cuando por dentro me llueve. A mí, que doy a torcer mi brazo hasta cuando está roto. A mí, que excavo pasadizos secretos hacia refugios sin pala. A mí, que me sumerjo hasta el fondo para sacar a flote a quien sea cuando mi alma está llena de plomos. A mí, que deseo el bien hasta a quien me hizo conocer lo fatal. A mí, que vivo por los demás hasta cuando tengo ganas de meterme bajo tierra. A mí, que intento que lo que es negro se vea bonito cuando ando a oscuras. A mí. Que no pido nada más que sinceridad y confianza. A mí... ¿Por qué a mí?
No sé si en mis ojos se ve que no tengo malicia o que soy demasiado ingenua quizá. No sé si la sonrisa que pinto en mi cara es una señal para la gente que disfruta arrancándola para pisotearla después.
Hacía tiempo que dudaba de si me merecía lo que tenía, y creo que hace bastante que merezco mucho más.

19 abril, 2016

Podremos

Me muero de ganas de decirte que lo siento, pero no veo oportuno hablarte del tema sin siquiera conocer parte de la historia. Si algún día me armo de valor y te hago llegar estas palabras, quiero decirte que se sale. No puedo hablarte desde la experiencia de un caso parecido, pero puedo hablarte desde la experiencia de haberlo dado todo por perdido. De una etapa que ojalá no hubiera pasado, pero que gracias a ella hoy soy más fuerte. Cuando eres niño todo se ve de colores. En medida que crecemos esa escala va disminuyendo a tres colores: negro, blanco y si acaso gris. Incluso a veces solo a dos: blanco y negro.
Esa etapa de la que te hablo no tenía opción. Siempre era negro. Aunque hubiese una remota posibilidad de que hubiera una pincelada gris yo era incapaz de verla; siempre era negro.
Sé lo que es no ver salida estando delante de mil puertas. Sé lo que es sentirte solo en medio de un montón de gente. Sé lo que es querer gritar y quedarte sin voz. Sé lo que es cerrar los ojos y tener miedo. Sé lo que es la ausencia de un ser querido, y sé lo que es la ausencia de uno mismo. Sé lo que es dudar si se sale de la tristeza cuando te inunda por dentro. Sé lo que es intentar escapar de tus miedos y que te acaben encontrando. Sé lo que es no dormir por pensar, y por no pensar querer dormir. Sé lo que es sentir dolor. Sé lo que es no reconocer tu propio reflejo y sentir pánico al verlo mirarte sin saber de quién son esos ojos. Sé lo que es luchar con fuerzas y quedarte sin ellas. Sé lo que es la falta. Sé lo que es la decepción. Sé demasiadas cosas que hubiese preferido no saber, y a cambio, me gustaría saber cómo llegar a ti. Y a cambio saber cómo decirte que las cosas van a mejor cuando menos lo esperas. Que puede que el sol no salga hoy, ni mañana, ni pasado, y que por ello aprendas a sonreír a las nubes. Saber cómo decirte que cuando la cosa se pone fea hay que adornarla para que no lo parezca tanto y no nos dé miedo enfrentarnos a ella. Saber cómo decirte que a veces nos cuesta saber qué es lo que necesitamos y en ocasiones viene bien que alguien te guíe. Saber cómo decirte que, indudablemente tienes mi hombro para apoyarte siempre que te sea necesario, mis oídos para escucharte siempre que te apetezca hablar y mis brazos para arroparte cuando no. Saber cómo hacerte ver que quizá tengamos más en común de lo que crees para no conocernos, y que tus experiencias y las mías pueden hacernos fuertes juntos.
Me gustaría ser valiente una vez más, romperme los esquemas a mí misma por una vez sin dejar que nadie más lo haga, y darme el lujo de ir a buscarte a sabiendas que tú eres consciente de que quiero encontrarte y arriesgarlo a todo o a nada. Me gustaría decirte que... por extraño que suene, creo que empiezo a tenerte, sin conocerte, un poquito más cerca de mí, y quiero demostrarte que si pude puedes, y que si no, podremos.

04 abril, 2016

Quiero

Quiero que seas tú quien saque a los monstruos de debajo de mi cama. Quiero que seas tú mi refugio cuando tenga pesadillas. Quiero que seas tú quien me salve las tardes de domingo y las mañanas de lunes. Quiero que seas tú quien me rescate los viernes noche de fiesta. Quiero que seas tú las mejores vistas que puedan ofrecerme en cualquier hotel. Quiero que seas tú los mejores amaneceres desde la cama, desde el sofá, desde el coche, desde mi habitación, desde la tuya... Quiero que seas tú quien llame a mi puerta y entre antes de escuchar respuesta. Quiero que seas tú quien vacíe mis ojos de tristeza y los llene de ilusión. Quiero que seas tú la persona en la que pensar antes de cualquier cosa, y quiero ser la persona que te hace hacer cualquier cosa sin pensar. Quiero que seas tú quien convierta mis miedos en valentía. Quiero que seas tú mi rutina diferente cada día. Quiero que seas tú quien me abrace el vacío y lo disuelva. Quiero que seas tú quien me ahogue en baños calientes de besos sonrientes. Quiero que seas tú quien luche conmigo y no contra mí en una batalla infinita de 'te quieros' en miradas. Quiero que seas tú quien me gane cada día, y quiero ganarte yo un poco más cada vez. Quiero enseñarte mis cicatrices, confiarte mis secretos. Quiero darte todo lo que tengo y mereces, y quiero ser contigo. Quiero días y noches y tardes de esas que no se olvidan. Quiero sensaciones de esas que no he tenido nunca. Quiero volver a creer en lo bueno.  Quiero saber qué buscas y que lo encuentres en mí. Quiero que me encuentres y ser lo que estabas buscando. Quiero encontrarte en una mirada y que te pierdas en mis besos. Quiero que me veas, por dentro. Quiero... Es que quiero tantas cosas.. que entre ellas te has colado tú.

03 abril, 2016

Sin ti, pero contigo

Me has hecho escribir
sin siquiera conocerte.
Me has hecho sonreír
sin haber podido verte.

Me has hecho confiar
y sentir
sin hablar.
Me has hecho pensar
y pensar
sin parar.

Ahora paro y pienso,
qué hago aquí callada
sin decirte lo que siento;
qué hago aquí sentada
sin decirte que lo siento.

Siento no poder ser valiente
y arriesgar,
jugarme todo a una
sin miedo a que salga mal.

Y siento no poder haber llegado antes
y hacerte saber que
me encanta que
me encantes.

Y canto sin cantar
y callo por no hablar,
por no hacerte pensar que
estoy loca de atar.

Y es irónico porque
lo que ata te encarcela
y yo te quiero libre
como el pájaro que vuela.

Y hablando de volar
dame alas pa' llegar
a ese infierno tuyo
del que te quiero sacar.

O arder en él contigo,
me es indiferente,
si nos hacemos ceniza
seremos eternamente.

Y lo eterno te mereces,
sin saber de qué careces,
si te doy lo que ya tienes
te lo quedas para siempre.

Y para siempre eres magia,
para siempre eres luz,
para siempre la distancia
entre lo triste y tú.

Y tú eres valentía,
eres realidad,
eres de los pocos que
quedan de verdad.

Y de verdad te digo y siento
que por ti pierdo el aliento
sin haberte conocido
quiero ser contigo.

03 febrero, 2016

Y más que esta noche, son todas desde que te conozco

Esta noche siento frío. Esta noche siento ausencia. Esta noche siento vacío. Esta noche siento abandono. Esta noche siento nostalgia. Esta noche siento miedo.
Y más que frío es frialdad; después de tanto tiempo sin experimentar el calor que alimenta las ganas de sentirte vivo acabas por quedarte congelado. Y más que ausencia es soledad; es tan grande la falta que parece que estás solo en medio de un montón de gente. Y más que vacío es espacio; demasiado espacio en una cama tan pequeña en la que la almohada es la que llora por tener tu nombre y no tus sueños. Y más que abandono es despreocupación por uno mismo; despreocupación por no tener un segundo si quiera en todo el día para dejar de pensar en él para hacerlo en ti. Y más que nostalgia es falta; falta de la complicidad inocente de pedir un beso con la mirada. Y más que miedo es terror; terror de volver a cometer la locura de dejarme vencer en esta puta guerra eterna de mí contra mi cobardía y no dar el paso hacia el camino que me lleva hasta ti.
Esta noche siento no estar contigo; y más que sentirlo no puedo.

02 febrero, 2016

Querida yo

Hace mucho que no te escribo. Y cuando digo 'te' digo 'me', y es que nunca encuentro motivos suficientes por los que empezar a decirme algo. Nunca me dedico mis escritos y creo que ya va siendo hora de decirme lo que siempre digo y nunca a mí. Así que...

Querida yo:
¿Cuántas veces has sido el impulso de tantos a los que quieres haciendo ver que el camino no es tan complicado como pensaban?¿Cuántas veces te has dejado la piel en sacar a los demás del pozo y has acabado por caer tú en él? ¿ Cuántas veces has dicho que lo que no da alegrías no tiene el derecho de dar penas?¿Cuántas veces has sido capaz de evitar desastres y dejar de lado el tuyo? ¿Cuántas noches has pasado consolando lágrimas que no te pertenecían y has acabado por hacerlas tuyas? ¿Cuántas veces has robado sonrisas sin consentimiento y te han pedido que nunca pares de hacerlo? ¿Cuántas veces has dicho ¡arriesga! y cuántas veces has arriesgado tú? ¿Eh? ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué das consejos que luego eres incapaz de aplicarte? ¿Por qué ves soluciones a todos los problemas menos a los tuyos? ¿Por qué no arriesgas si no tienes nada que perder? Ahora es ese chico con la manía de agarrarse el corazón el que te tiene en un vaivén de olas, mareas y terremotos que nunca acaban, pero quién sabe qué será mañana lo que te quite el sueño. Déjate llevar, disfruta del momento, no contengas ni lágrimas, ni risas. Abraza sin pensar, besa sin temor, quiere de corazón. Como siempre lo has hecho, pero demuestralo. No sé desde cuándo tienes esa coraza encima, pero no deja mostrar todo lo que tienes, todo lo que eres. Eres más de lo que creen, y por supuesto más de lo que crees tú. Deja que pase, que simplemente pase, y no lo pienses tanto. Conquista y reconquista cada día a quien quieras mantener en tu vida, y a quien no, échalo. Y a quien quieras meter, ¡hazlo! No lo pienses más. Deja eso para otro día y actúa ya.
Querida yo, hoy empieza mi nuevo yo.