.

.

11 mayo, 2013

No puedo más

Esta noche solo me apetece salir, ¿sabes? Salir y no volver en un tiempo. No hablo de salir de fiesta, no. Hablo de salir de aquí. De esta puta vida entre rejas imaginarias que no me dejan moverme a dónde y cómo yo quiero. Estoy harta, ya. Harta de que nunca salgan bien las cosas, harta de que cuando parece que todo va perfecto, por una cosa o por otra se vaya todo a la mierda, y sin saber por qué.
Nadie sabe, nadie tiene ni idea de lo que estoy hablando, pero como dijo Kurt Cobain, "si mi sonrisa mostrara el fondo de mi alma, mucha gente al verme sonreír lloraría conmigo".

Y no, no habrá quién entienda esto, porque nadie lo ha vivido así. Soy débil y fuerte, el problema es que utilizo la fuerza en cosas que creo que es necesario, y cuando realmente la necesito, ya no me queda.

La vida es como fumarse un porro

Cuando naces no tienes ni idea de nada. No sabes como tienes que vivir, ni como se hacen las cosas. Poco a poco aprendes, y cada vez te salen mejor. Una vez ya que has conseguido saber de qué forma puedes hacer bien las cosas es cuando empieza la bueno...
La primera calada te entra hasta dentro y la disfrutas como nada. Buen sabor, te sientes bien, porque no sabes lo que va a venir después. La segunda la inspiras de tal manera que sientes como se mete en tu cuerpo y empiezas a volar. Cuando le das la tercera calada empiezas a notar como se consume, y que cada vez falta menos para que se acabe. Cada vez se consume más, hasta que ves que poco a poco estás llegando a la cartaja, pero sigues dándole. Es entonces cuando empiezas a pensar en cómo empezó todo. En cómo aprendiste a hacerlo, en lo rico que te había sabido la primera calada... Hasta que empieza a rascar y vuelves al presente. Hasta que te deja un sabor amargo, hasta que empieza a quemar, y antes de tirarlo al suelo y pisarlo, ya quieres volver a liarte otro para volver a empezar.

Yo no voy a pedirte que te quedes si no quieres

Nacimos con libertad de expresión, aunque a veces nos la intenten limitar. Puede que me callen la boca y no pueda decir lo que siento, pero no por eso mi corazón va a dejar de sentir.
Déjame, ¿vale? Déjame decirte que desde que has llegado a mi vida lo único que has hecho es matarme a sonrisas y carcajadas. Déjame decirte que desde que estamos juntos es todo mejor. Déjame contarte que ahora para mí lo eres todo. ¿Quién me lo iba a decir, verdad? Ni yo me lo esperaba, pero bueno... Me he enamorado, ¿qué le voy a hacer? Ahora eres tú o ninguno.