¿Sabes? Yo siempre creí que los había... Pero desde que estoy contigo estoy aprendiendo tantas cosas... Entre ellas, a que los límites son solo para las putas leyes. Pero... ¡a la mierda! ¡Contigo no hay límite para nada! Por eso me gustas.
Porque contigo salto todas las barreras que me pueda poner el camino. Porque nos da igual lo que piense la gente de lo nuestro. Porque no nos importan las opiniones ajenas ni las putas miradas desafiantes. Que no tenemos rivalidad ninguna, y que a los comentarios que hagan hacemos oídos sordos. Que nos reímos de nuestros defectos, y sonreímos con nuestras virtudes. Que he perdido la cuenta de los momentos mágicos que hemos vivido. Que no quiero poner tope a la cantidad de besos que nos vayamos a dar. Que no habrá un día en el que nos crucemos y no compartamos una sonrisa. ¡QUE NO HAY LÍMITE! Ni de besos, ni de miradas, ni de te quieros, ni de caricias, ni de sonrisas, ni de sentimiento.
Dejemos los límites para los infelices que no saben saciarse del placer de disfrutar la vida. Vamos a comernos el mundo, o mejor. Vamos a comernos entre nosotros, y vamos a vivir esto juntos. Sin límites.
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