Y llega un punto, dónde todo lo que te digan, no te entra por un oído y te sale por el otro, más que nada, porque ni siquiera llega a entrar.
Olvidas dónde estás, por quién estás así, cómo estás. Olvidas todo. Pero, sientes como hay algo que te persigue. Que no te deja en paz. Que no sabes lo que es, pero tampoco te apetece averiguarlo.
Intentas olvidarlo, hacer como que no está, pero paso a paso la molestia aumenta. No puedes dejar de pensar en.. En algo que ni siquiera sabes si existe...
Vamos a apostar por soñar, a dejar que el mar nos lleve juntos allí dónde pueda amarte. Vamos a empezar a viajar, a sentir la paz que guarda el mundo cuando comienzo a mirarte.
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30 diciembre, 2011
09 diciembre, 2011
08 diciembre, 2011
05 diciembre, 2011
A quién quiero engañar.
En mi todo sigue igual, o peor.
Cuando estás a menos de dos metros las piernas me siguen temblando, la voz me sigue tartamudeando y las cosas se me caen de las manos. Que se me sale el corazón por la boca cada vez que pasas por mi lado, o sin querer coincidimos en una mirada. Que cada día que pasa más me mata tu ausencia...
Cuando estás a menos de dos metros las piernas me siguen temblando, la voz me sigue tartamudeando y las cosas se me caen de las manos. Que se me sale el corazón por la boca cada vez que pasas por mi lado, o sin querer coincidimos en una mirada. Que cada día que pasa más me mata tu ausencia...
Quisiera poder olvidarme de ti, decirte a la cara que no me haces falta para poder vivir. Que te he borrado de mi vida, que ya no siento tu olor en mi almohada, y que ya no recuerdo como besabas. Decirte que tampoco siento tus caricias, y que ya no recuerdo la melodía de tu voz...
Pero es que no hay quién te saque de mi... Sigo oyendo tu voz, tu consuelo cada vez que me siento mal. Que no habrá nadie capaz de sacarme tu sonrisa, la tengo clavada, aquí, muy dentro de mi. Es como una espina que se clava cada vez que la veo, y duele. No sabes como duele saber que ya no soy dueña de ella, y que ya todo acabó. Quizá sea mejor así, porque al fin y al cabo tú estás bien, y no te hace falta estar conmigo para ser feliz, pero es que te quiero, a quién quiero engañar.
04 diciembre, 2011
Ya me he cansado.
Ya no eres nadie. Ya no tienes nada que hacer. Has perdido todo lo que tenías, y has dejado de ser quién eras para mi. No creas que vas a sentirte mejor así, no. Quién se sentirá mejor seré yo. No te tengo, no comprendo el por qué, pero lo aceptare, y me haré a la idea, pero tú tampoco me tienes a mi, y deberías ser consciente de que no encontrarás a nadie que te cuide como lo hice yo, ni que te haga sentir lo que yo fui capaz de hacer. Nadie te dirá todo lo que yo un día te dije, ni te dará todo lo que yo un día te di. Tampoco habrá nadie que siga confiando en ti como lo hice yo después de todo. Puede que si haya quién te quiera más, menos o tanto como yo, pero NUNCA habrá quién te quiera como te quise yo. Vamos, que no encontrarás en nadie lo que encontraste en mi.
Seguiré sola, como tú.
Yo estoy bien, te olvidaré, lo sé, lo superaré, estoy segura, disfrutaré de cada detalle y soy consciente de que volveré a aprender a vivir sin ti.
Ya me he cansado de llorar, y me he cansado de sonreír por ti. Ya ni quiero que seas ni eres el motivo principal de mi sonrisa. Se acabó, ahora voy a soñar, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados. Volveré a ser quién era para conocer a quién me quiera tal y como soy, y por encima de todo. A alguien capaz de dar la cara por mi hasta a su madre. Voy a ser yo. Voy a vivir.
Cerraré los ojos, me olvidaré de todo lo que te has llevado y dejaré lo que me diste, no lo necesito. Voy a ser feliz, porque sin ti he aprendido a volar sin alas.
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