.

.

15 diciembre, 2013

Después de ti no hay nada, pero antes tampoco

Cuántas veces me prometí que no volvería a caer y volví a hacerlo...
Joder. Que no hay día que no pase y acabe con agujetas en las mandívulas de tanto sonreír. Que aunque lo parezca no es fácil hacer sonreír a la gente de esa manera en que él lo hace. ¿Por qué? Pues por el simple hecho de que no hay nadie como él. Tan adorable, tan dulce, tan divertido, tan especial... Nadie. No hay nadie como él. Y que sí, que últimamente parece muy fácil decir te quiero e inventar sentimientos que la gente cree tener pero que en realidad no tienen ni idea de lo que es sentir un te quiero de verdad.
Poca gente podrá mirar a los ojos a la otra persona y leerle el pensamiento o transmitirle lo que uno mismo piensa y siente. Joder, que no sé ni como no se me sale el corazón por la cada vez que me toca, que me roza. O como puedo sobrevivir a cada beso sin que las mariposas me destrocen el estómago. Que me tiemblan las piernas cada vez que me sonríe. Que me pierdo en su mirada y nadie es capaz de encontrarme. Que me tiene atrapada en sus manos por sus caricias, en sus sábanas por las mañanas y por las noches. En él.
Que a estas alturas el resto del mundo me da igual. Ya... ¿qué más tengo que buscar? ¿Qué más pretendo encontrar? No necesito nada ni nadie más. Todo lo que un día imaginé ser capaz de tener, todo lo que soñé, lo que quise, lo que esperé, TODO, todo lo que forma parte de él es todo lo que necesito.
Venga que sí, que ahora todo el mundo os folla a sonrisas y todos tenéis ganas de echarnos polvos, pero me juego el cuello a que en vuestra puta vida os van a hacer sonreír con y sin la ropa puesta de la misma manera. A que en vuestra vida os van a haceros sentir tan especiales y únicos, que nadie os va a dar la seguridad de un futuro de los de verdad, de los que se cumplen, y no de esos que se prometen y al final se van con el viento, o con el tiempo, qué más da. Sí no vais a vivir lo que estoy viviendo yo con él, lo que estamos viviendo los dos. Que es la historia más bonita de todos los tiempos, de ahora y de siempre. Porque como él y yo no habrá nadie que luche por enamorarse día a día, el uno al otro. Por hacer realidad esa promesa que los dos siempre quisimos hacer, y siempre quisimos cumplir. Y ¿sabes qué? Que una vida se me queda corta para demostrarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario