Hoy, de esos días que preferirías que no tuviera noche. Más que nada por no cerrar los ojos y ver en modo película todo lo que está pasando.
Qué pereza me da ponerme a buscar soluciones, respuestas a preguntas que ni siquiera yo me hago. Encontrar el sentido a este tipo de situaciones, o a esas reacciones. A las palabras que salen de tu boca o a las letras que bailan en mi cabeza vacilando a mi tranquilidad.
Que no, que lo siento mucho, pero hoy no me apetece ni pensar. Así que hoy no esperes mucho de mí porque me voy a tomar un día sabático a mis problemas. Hasta otra.
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